Hallan una cueva submarina tan profunda que no saben dónde está el fondo

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Foto: Archivo

La Tierra posee una gran cantidad de maravillas geológicas ocultas y entre las más enigmáticas se encuentran los agujeros azules. Son sumideros submarinos de tamaños colosales que albergan su propio nicho de vida marina.

Ahora, nuevas mediciones de uno de ellos, indican que el Agujero Azul de Taam Ja’ -que significa ‘agua profunda’- (TJBH) de México es el sumidero submarino más profundo conocido en el mundo. Y es tan profundo, que ni siquiera se ha llegado al fondo todavía. Al menos, se extiende 420 metros bajo el nivel del mar.

Taam Ja’ (TJBH) se encuentra en la Bahía de Chetumal frente a la costa sureste de la Península de Yucatán, y sería, como mínimo 146 metros más profundo que la última medición que se llevó a cabo tras el descubrimiento del agujero azul, y hasta 119 metros más profundo que el anterior poseedor del récord, el agujero azul de Sansha Yongle Blue Hole, también conocido como Dragon Hole, situado en el Mar de China Meridional y que tiene 301 metros de profundidad.

Los científicos han estado estudiando las formaciones kársticas costeras en la Bahía de Chetumal, México, al sureste de la Península de Yucatán, centrándose en estas fabulosas estructuras conocidas como agujeros azules.

Uno de ellos, el TJBH, se midió inicialmente en 274 metros de profundidad mediante mapeo con ecosonda, sin embargo, tras realizar más estudios utilizando un instrumento de tipo perfilador CTD (de conductividad, temperatura y profundidad que consta de un conjunto de sensores unidos a un marco), el equipo ha podido confirmar que Taam Ja’ es el agujero azul más profundo del mundo (y no el segundo), y todavía no han encontrado su fondo (sigue y sigue…).

«El 6 de diciembre de 2023, se llevó a cabo una expedición de buceo para identificar las condiciones ambientales que prevalecen en el TJBH», escribieron los investigadores su trabajo.

Para explicar cómo funciona esta medición de profundidad, un cable lo baja a las profundidades del agujero azul, recopilando datos precisos sobre la conductividad, temperatura y presión del agua para calcular directamente su profundidad. La investigación también reveló diferentes capas de agua dentro del TJBH, lo que indica conexiones con otros cuerpos de agua como podría ser el Sistema de Barrera de Coral Mesoamericano. Pero la única manera de saberlo con certeza es enviar robots exploradores a Taam Ja’ que podrían encontrar incluso formas de vida fascinantes y posiblemente especies desconocidas para la ciencia.

Para poner su profundidad en perspectiva (cabría entero el Empire State Building de Nueva York), el punto más profundo conocido en la Tierra se llama Abismo de Challenger en la Fosa de las Marianas, que tiene alrededor de 11.000 metros. Está tan abajo que la presión abismal es más de 1.000 veces superior que la de la superficie.

Los científicos no saben cuántos agujeros azules podrían existir en las profundidades del mares, pero algunos informes sugieren que se han descubierto 20.

¿Hasta dónde llega el fondo?

Con la tecnología actual, tal y como explican los investigadores en su estudio publicado en la revista Frontiers in Marine Science, no se puede llegar al fondo de la cueva submarina, pero esperan que las exploraciones futuras empleen «tecnologías de navegación avanzadas» para descubrir lo que podría ser una intrincada red de cavernas y cuevas con misterios por desvelar.

Los agujeros azules son cavernas verticales llenas de agua que se encuentran en zonas costeras donde el lecho de roca está hecho de material soluble como puede ser la piedra caliza o el yeso, gracias a que el agua de la superficie se va filtrando poco a través de las rocas disolviéndola a su paso y creando grietas cada vez más grandes que finalmente acaban con el colapso de la roca. Estas zonas son puntos críticos para la biodiversidad y permiten a los investigadores estudiar la biología y la conservación marinas, así como la salud de nuestros océanos.

Como también presentan una gran claridad -y profundidad, claro está-, se convierten en puntos de acceso populares para los buceadores más avanzados. Ejemplos famosos de estos sumideros incluyen el Agujero del Dragón en China (conocido localmente como Longdong), el Agujero Azul de Dean en las Bahamas (que tiene una profundidad aproximada de 202 metros y que ha sido sede para numerosas competiciones de apnea), el Gran Agujero Azul en Belice (famoso gracias a las exploraciones y promociones del oceanógrafo Jacques Cousteau y que tiene unos 124 metros de profundidad), o el Agujero Azul de Dahab en Egipto (que se extiende por 130 metros y presenta una colorida vida marina -como sus corales-, que atraen a muchos buceadores).

Sea como fuere, el hallazgo de este agujero azul nos recuerda el territorio que aún tenemos que cartografiar y explorar de nuestro planeta, pues el océano es el lugar más grande sin explorar de nuestro planeta. Apenas hemos tanteado el 5% de su superficie total y es que visitar el fondo marino no está exento de desafíos, empezando por su gran profundidad y accesibilidad limitada.

Con información de Muy Interesante